Gracias Presidenta.

Licenciado Luis Enrique Miranda Nava, e integrante de su equipo de trabajo de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de la República; sea usted bienvenido

Señoras y Señores Senadoras y Senadores

Representantes de los Medios de Comunicación

La construcción de una sociedad en la que todas y todos mexicanos ejerzamos a plenitud nuestros derechos sociales, sin menoscabo de cualquier factor de índole económico, religioso, étnico o físico, es la elevada misión que orienta el esfuerzo de la Secretaría de Desarrollo Social.

Por ello, la Secretaría a su cargo tiene el compromiso de formular y de conducir la política de desarrollo social que va mucho más allá de combatir la pobreza, tal como la entiende el imaginario colectivo.

La misión de la SEDESOL pasa por generar capacidades entre la población, promover un ingreso decoroso para las familias y asegurar la protección social  de todas y todos los mexicanos, con especial énfasis en los sectores más desprotegidos.

Hago hincapié en la misión de la Secretaría, porque el Estado ha encargado a esta institución –a nadie más-, el asegurar que no existan grupos al margen del desarrollo y del progreso; que nadie se quede rezagado en la ruta del bienestar.

Un reto igual al de operar las políticas públicas para combatir la pobreza, es entonces y debe de ser el encontrar un método idóneo para evaluarlas, para evaluar su eficacia, para traducir a estadísticas sus avances, para justipreciar la inversión que se destina a ello.

Al hablar de cifras, de números y porcentajes, muchos caen en la tentación de acomodarlas o leerlas desde un enfoque que enaltezca resultados, o que los minimice hasta hacer parecer inútil el esfuerzo realizado.

Y si hablamos de las cifras que avalen el esfuerzo del gobierno federal en materia de desarrollo social, se polarizan las opiniones que hablan de avances históricos o bien si es el cambio de un gobierno a otro con expresión distinta retrocesos mayúsculos.

Afortunadamente, el marco jurídico ha construido instituciones a las que hemos dotado de la autonomía necesaria para que sus mediciones sean objetivas y apegadas a la realidad.

Hoy todavía nos duele esta gran desigualdad, la brecha que existe entre unos y otros mexicanos. Pareciera entonces que habemos mexicanos de primera, de segunda o de tercera. No es un quehacer exclusivo de la Secretaría de Desarrollo Social: nos convoca a todos, es tarea de todos, de legisladores, del Gobierno Federal de la iniciativa privada, de la sociedad civil organizada, de todos y cada uno fortalecer a través de ejercicios como éste la política de desarrollo social.

Señor Secretario que sea siempre el diálogo, la rendición de cuentas que nos permita fortalecer el combate a las desigualdades sociales pero más todavía el que tengamos presencia en las comunidades y que podamos constatar ya no con cifras si no con realidades estos derechos cumplidos.

Estos derechos humanos que tienen todas y cada una de las mexicanas y de los mexicanos de poder vivir una vida plena, tener acceso a la educación, a la alimentación, accesos a los servicios de vivienda, a una vivienda digna y decorosa, a poder tener una educación de calidad, es lo que esperamos y queremos todas y todos, y queremos también fortalecer lo que desde el legislativo tengamos que hacer para lograr este anhelo que hoy nos duele como mexicanos, como madres de familia, como mujeres, como ciudadanos.

Sea usted nuevamente bienvenido y posteriormente pasaremos a las preguntas en donde también esperamos la claridad de sus respuestas.


Muchas gracias.​