· Busca que México cuente con elementos para afrontar contingencias y pandemias como la del COVID-19

· Propone adicionar la fracción X al artículo 1 de la Ley de Ciencia y Tecnología

El senador Manuel Velasco Coello, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, presentó una iniciativa de reforma para fomentar el desarrollo tecnológico de los grupos de investigación científica y tecnológica de las instituciones públicas, con la finalidad de crear fármacos y vacunas que permitan al país contar con elementos para afrontar contingencias o pandemias.

El líder del Partido Verde sostuvo que la pandemia del COVID-19, que suma más de 4 millones de muertes a la fecha, evidenció la importancia de la investigación y la innovación científica y tecnológica en el ámbito de la salud pública, ya que junto con los diversos instrumentos de cooperación internacional tanto en el sector público como en el privado jugaron un papel fundamental en la elaboración de vacunas en corto tiempo.

En ese sentido, propuso adicionar la fracción X al artículo 1 de la Ley de Ciencia y Tecnología, en términos de: "Fomentar el desarrollo tecnológico de los grupos de investigación científica y tecnológica que lleven a cabo las instituciones públicas en los campos de biología celular, molecular, química, bioquímica o microbiología y demás áreas para el desarrollo de fármacos y vacunas..."

Velasco Coello expuso que, si bien existe una concentración de vacunas en los países desarrollados y problemas relacionados a la compra y distribución, ya se ha completado el esquema de vacunación de más de mil 80 millones de personas, equivalente al 13.8 por ciento de la población mundial, pues ha sido importante el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar el acceso de vacunas a países en vías de desarrollo a través de instrumentos como el COVAX.

El COVAX se instituye como una plataforma de apoyo a la investigación, el desarrollo y la fabricación de una amplia gama de vacunas, y bajo ese contexto la iniciativa privada, los centros de investigación pública, las universidades, los gobiernos, la comunidad científica y la industria farmacéutica tienen en desarrollo 260 vacunas contra el COVID-19, de las cuales 83 se encuentran en pruebas clínicas y 16 están en uso, 6 autorizadas por la OMS.

El senador subrayó que aparte del esfuerzo conjunto o independiente de las instituciones públicas y las privadas ante el COVID-19, lo que da mayores elementos para afirmar sobre la relevancia que tiene para las naciones destinar mayores recursos a la investigación en ciencia y tecnología, otro dato relevante es que generalmente el proceso de desarrollo de una vacuna se realiza en un plazo de 10 años, pero este se ha reducido de 12 a 18 meses a partir de 2020, por lo que destaca la vacuna BioNTech / Pfizer autorizada después de 11 meses de completar ensayos clínicos a gran escala.

En ese marco, señaló que pese a que la UNESCO refiere que "invertir en ciencia, tecnología e innovación (CTI) es fundamental para el desarrollo económico y el progreso social", en su último reporte sobre ciencia "México tiene importantes rezagos en la materia: su inversión en investigación y desarrollo como porcentaje del Producto Interno Bruto en 2014 fue de 0.44 y en 2018 de 0.31, aparte de que en este último año sólo se contaba con 260 investigadores por millón de habitantes".

"México sigue estando dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que menos invierte en este rubro. En 2018 el promedio era de 2.4 por ciento y nuestro país está lejos de esa cifra, pese a que la Ley de Ciencia y Tecnología establece en su artículo 9 Bis que el monto no debe ser menor al uno por ciento del PIB", enfatizó el legislador del PVEM.

Y continuó que "en un análisis realizado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, observamos que el gasto en este rubro no ha aumentado en los últimos años y se ha mantenido en 0.4 por ciento".

Por lo tanto, enfatizó en que se deben redoblar esfuerzos para cumplir con las metas nacionales y compromisos internacionales en el tema, para afrontar de mejor manera situaciones contingentes, como la pandemia que padecemos, y no quedarnos a la zaga en la era digital y la cuarta revolución que estará impulsada por la innovación y la ciencia en los campos de nanotecnología